lunes, 29 de septiembre de 2014

Prefiero que Cuba no huela a nada



La prensa nacional se apura a contrarrestar con una nota informativa del Gobierno Revolucionario, la indignación que se regó como pólvora en el mundo digital.
De la noticia supe gracias al comentario de la periodista Mónica Rivero y concuerdo con él completamente. Sin embargo, nada de lo que ella y la apresurada nota informativa puedan decir remienda el hecho de que todo discurso, trabajo periodístico o diatriba contra la banalidad, la mesa redonda televisada hace unos cuantos días, por ejemplo, caen por tierra cuando se comete un acto de suprema banalidad, irrespeto hacia nosotros mismos y el resto de Latinoamerica como este de.....ni siquiera quiero repetir lo que hicieron.
Las esencias se desvanecen lo esencial permanece. Con este acto casi de circo, LABIOFAM trastocó una cosa en otra. 
Nos convirtieron en objeto de burla, vaciaron de contenido años de ideología, de posiciones, de principios de este país, confirman los temores de mucha gente sobre a donde nos dirigimos. Ningún reguetonero se hubiera atrevido a tanto, no eran ellos hoy los más banales?
Parece un ejercicio de sutil desmontaje de todo el aparato que sustenta siglos de pensamiento coherente, humanista. Para qué perestroika, para qué glásnot, no hizo falta, no hace falta. No dijo Fidel que la Revoluciòn la ibamos a destruir nosotros mismos? Pues bien....una Revolución se comienza a destruir en el terreno de lo simbólico, los procesos europeos no precisaron de actos violentos......yo solo espero no mirar atrás algun día y pensar que todo comenzó cuando LABIOFAM lanzó dos perfumes.

Ahora pienso, me pregunto:  con cuál cara me van a hablar de formación de valores, de trabajo político ideológico, de educación patriótico militar, con cuál y quién? Aquella demanda contra la empresa productora de vodka por utilizar la foto de Korda, icónica, del Che la acabamos de convertir en un episodio de sainete, qué hizo labiofam de diferente, quién la va a demandar? Ya puestos abramos un McDonald en cada plaza de la Revolución, pongamos un burger king junto a cada busto de Martí, estatua de Maceo, junto a la imagen de Mella, una máquina expendedora de coca cola en cada escuela, qué más da.

Sin ánimos de exigir como la reina de corazones que le corten la cabeza, quién autorizó una operación de esa magnitud, a quien se consultó y cómo cedió tan fácilmente sin medir el impacto, la enormidad de lo que estaba aprobando.
Quienes fueron los familiares que aprobaron.....cuál es el grado de cercanía, no se percataron de lo que cedían, en qué estaban pensando, cómo pudieron ser tan ingenuos, tan superficiales, tan irresponsables. Quién los convenció, les presentó el proyecto, el producto, bajo cuáles argumentos?

LABIOFAM es una firma cubana, estatal, no extranjera, no es la iniciativa privada, es -en fin- el gobierno de Cuba, es Cuba, pero por favor a mi no me incluyan porque recién me enteré el viernes, no se me consultó y estoy dispuesta a alejarme de Cuba si esa es la actitud que va a asumir con sus símbolos, esa Cuba no voy a ser yo.

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